Esos colores que nos deslumbran

Por Verónica Levonian 2009

Son de diferentes especies, de diferentes colores, de diferentes tamaños. Se posan en las flores más hermosas.

Recuerdo de chica tratando de atraparlas para ponerlas en un frasquito y cuidarlas como mascotas y después soltarlas a volar, liberándolas de esa cárcel. Porque ellas necesitan volar, volar y volar. Ser libres.

Alguna vez sentiste que en el corazón revoloteaban cuando estabas enamorada y enamorado. Y las veías volar  en la plaza del barrio, en tu jardín, en el jardín de tu abuela.

Hay gente que las coleccionan. Realizan su proceso y las ponen de exposición en museos de ciencias naturales. Las colocan entre vidrios como un cuadro.

Este regalo de la naturaleza nos acompaña en nuestra vida. ¿Te acordás en la fiesta de la escuela, cuando eras chiquita que te disfrazabas imitándolas?

A veces parecen como un arco iris, brillando en el cielo, como bailando como aguas danzantes con el brillo del sol como testigo.

En un campo lleno de arboledas y flores… Qué belleza ver la naturaleza. Qué sabia es. Nos regala día a día la bendición de poder disfrutar de bellos paisajes, de estos seres maravillosos que vuelan. A veces, nos gustaría ser uno de ellos, volar y posar de flor en flor.

Recuerdo mi jardín. En mi casa tenía un naranjo y cada primavera florecían los azahares y se sentía su bello aroma y miles de ellos adornando el color verde de las hojas del árbol y el color blanco de los azahares. También había algunos que se llamaban limoneros. Eran tan gigantes que hasta daba miedo de lo grande que eran.

Finalmente puedo decir, contar que estos seres de colores que alegran nuestros paisajes, que nos despiertan distintos sentimientos, estos seres diminutos, blancos o coloridos, ellos que vuelan, brillan y nos deslumbran con su belleza solo un día. Aunque sean millones viven solo un día. Sí, las mariposas viven solamente un día.

Las mariposas, regalo del Supremo. Mariposas que nos deslumbran solo por un día.