El Plan

Darda Naveiro 2010

Esa mañana se levanto muy temprano, mientras se cepillaba los dientes se vio cara a cara en el espejo, esbozó una sonrisa adorada con la espuma del dentífrico; era el día “d”.
A partir de las 9 horas cambiaría su vida, viajaría muy lejos, propondría a su novia casamiento, tendría hijos para los que sería un buen padre y  les daría la mejor educación en los mejores colegios. Pensó en poner un negocio;  tal vez un mercado, un ciber o una gran juguetería.
Cualquier cosa que no fuera esta miseria, el vivir a los sobresaltos, siempre tenso y asustado.  Estaba cansado de eso, de la villa donde pasó su vida junto a su padre alcohólico que lo maltrataba y le exigía pedir monedas en la calle para satisfacer sus vicios. Recordaba el hambre que noche a noche no lo dejaba dormir por los espasmos estomacales. Sin una madre que al menos mitigara su dolor con caricias.
Para de pensar para mirar el reloj, 7:30horas, pronto llegarían sus compañeros que al igual que él deseaban una mejor vida.
Fue a la cocina y preparó el mate, estaba tan ansioso que el primero le quemó la garganta, dijo unas palabras irrepetibles, encendió un cigarrillo y siguió mas calma.
El reloj daba las 8 horas, puntuales llegaron sus tres compañeros…
Después de dos mates ultimaron los detalles, se sintieron muy seguros, todo estaba pensado a la perfección. Eran experimentados, si bien a veces se había equivocado, esta  vez no sería así. Se dieron la mano presintiendo el éxito.
El coche andaba como un avión, recién sacada del taller mecánico. El viaje se inicia…
A pesar de ser cuatro, un frío silencioso embarazaba el rodado, el rompió el silencio y dijo: Repasemos…  Cada uno repetía la suya.
Llegaron a la cale “X”, bajaron por separado y entraron al supermercado; tomaron un carrito y mirando precios, buscando objetos lo cargaban mientras se miraban, miraban la entrada, y seguían el recorrido entre las góndolas.
De pronto, ahí estaba el camión de caudales. Dejaron todo, sacaron sus armas, la gente gritaba, una nena lloraba e inspiradamente apareció un patrullero.
Empezó el tiroteo y claro, ganaron los buenos. El quedó muerto con sus compañeros, un tiro certero atravesó su pecho llevando con su alma todos sus sueños: reivindicación, familia, honestidad… vida… vida…

No hay comentarios: