Frida nació en México, tercera hija del fotógrafo Guillermo Kahlo y la mexicana Matilde Calderón. De muy chica sufrió una enfermedad, poliomielitis, que le dejó una gran secuela en su pierna y la mantuvo por años postrada en una cama. Es por esta razón, que para matar el aburrimiento comienza a pintar; la mayoría de sus obras fueron autorretratos.Años más tarde, cuando ingresa a la Escuela Nacional Preparatoria de la Ciudad de México, conoce a uno de los más grandes pintores de su país, Diego Rivera, a quien le habían encargado que realice un mural en la escuela. Con Rivera se casará para bien y para mal. Para bien por el amor que se sentían y para mal por las infidelidades que había en la pareja y la pérdida de varios embarazos. Una de las infidelidades de Frida fue con un gran diseñador del siglo XX, con el que estuvieron haciendo el amor toda la noche, hasta que apareció Diego con revolver en mano y se la llevó.
Una de sus frases más conocidas es: “la vida hay que vivirla lo mejor posible”. Otra, también muy conocida, fue: “mi cuerpo va a dejarme a mí que he sido siempre su presa, presa rebelde pero presa”.
Ésta fue Frida Kahlo, una mujer afortunada al casarse con el más grande de México, Diego Rivera, pero creemos que lo más importante es que nunca bajó los brazos a pesar de su enfermedad. Luchó y consiguió lo que quiso, plata, fama y todo lo que se propuso.
Frida, una mujer fuerte y liberal con un carácter y una personalidad única.
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