Por Sebastián Levín / Mayo 2011
Hoy les voy a hablar de lo que significan estas palabras para los creyentes.
Los decretos, en este caso, no son las cosas que firma un Presidente, sino que son afirmaciones que dan fuerza, energía y protección. Por medio de la repetición de frases cortas, concretamos las fuerzas que necesitamos. Por ejemplo: comparto con Dios la voluntad de que yo sea feliz.
También están las oraciones, que no son frases comunes como “El perro mueve la cola”. Para los creyentes, las oraciones sirven para hablar con Dios, agradecerle y pedirle protección y ayuda. Por ejemplo: Ayúdame Señor en el examen de mañana.
A veces, las oraciones pueden ser sobre cosas más sencillas. Por ejemplo: Dios ojala que Boca gane el domingo que viene.
Y a ustedes… ¿Qué decretos y oraciones se les ocurre?
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